Cuando Johann Sebastian  Bach tenía 20 años emprendió un viaje que duraría unos 4 meses para recorrer unos 400 kilómetros con el propósito de escuchar y conocer a Dietrich Buxtehude que por aquella época contaba 70 años y que ya era considerado un músico consagrado.

La motivación de J. S. Bach por formarse en su profesión era directamente proporcional a las dificultades para escuchar conciertos o para conseguir partituras. No hay que olvidar que en aquella época las partituras que podían conseguir eran copias manuscritas de las obras de compositores importantes.

¿Cuántas opciones tienen nuestros alumnos hoy en día para documentarse y escuchar grabaciones, buenas grabaciones, y cuántas opciones para tener toda la información en sus manos a través de internet?

Igualito que cuando nosotros éramos estudiantes. Allí teníamos Radio 2 de RNE y unas cuantas cassetes para grabar la emisión. Si la cassete era de cromo parecía que la grabación se escuchaba algo mejor, graves más presentes, medios más definidos y frecuencias agudas no tan chillonas. Aunque por el precio de una de estas cassetes te comprabas tres de las normalitas.

Y hoy… podcasts, Spotify, iTunes, radio por internet, Soundcloud y otras plataformas dedicadas al audio con opciones gratuitas muy buenas y otras que, por muy poco dinero, dan un servicio muy interesante.

Luego, preguntas en clase: ¿conoces las sonatas de Beethoven? Respuesta: 😳

Bueno,  sabes quién fue Heifetz? de nuevo: 🙄

Ya, hmmm, te gustan las sonatas de Corelli?: 😰

Ahí te das cuenta de que una herramienta que podía ser de gran ayuda para nuestro trabajo apenas se está utilizando.

En YouTube y en Vimeo hay infinidad de videos, tanto de conciertos en directo como de grandes casas discográficas. Además de clases, comentarios, tutoriales, etc, etc.

Existe también mucha “morralla”, ahí la habilidad de cada quién para saber discriminar.

En todo caso es labor de cada uno aprender a utilizar internet para darle buen uso y no acabar perdiendo el tiempo.

Gracias a Youtube puedes ver cómo tocaban Yehudi Menuhin, Ivry Gitlis o Henrik Szeryng. Cómo colocan las manos, la utilización del arco, la articulación e independencia de los dedos y muchos detalles de los que siempre se puede aprender algo.

Y ahí está el debate y la reflexión: ¿Cómo es posible que en la época donde mayor acceso al conocimiento tenemos no lo estemos aprovechando? 

Déjame tus comentarios para saber tu opinión al respecto.

 

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